El Agosto más largo

Primera semana de Agosto. Si Julio se me pasó corriendo, este dichoso mes se me va a pasar volando. Con los vuelos ya sacados, el papeleo prácticamente hecho y con el aprendizaje de italiano en stand by, sólo me queda estudiar.

Partirme los codos para conseguir sacarme las tres puñeteras asignaturas que me restan de la carrera. De hecho, dos de ellas son de las más complejas de Medicina. Una por su gran cantidad de contenido, la cirugía. La otra, por el docente que la imparte, Preventiva. Y la tercera…una hija de su madre, Psiquiatría infantil.

En fin, que me están amargando el verano y dicho sea de paso, me impiden pensar en cualquier cosa que tenga que ver con la Erasmus. Si sale mal Septiembre, estoy muy jodido. Si sale bien, disfrutaré una de las mejores Erasmus del mundo.

Pero bueno…el tiempo dirá. En cuanto a avances en la movilidad, ya he realizado el acuerdo financiero (resultado de entregar por la plataforma virtual: el número de cuenta para que te ingresen la beca, el acuerdo de estudios y la fecha de partida, justificada por supuesto con algún documento oficial de que te marchas).

De la Unión Europea, me indican que me van a dar 2.100 euros, lo que equivale a 300 euros por mes que se supone que estoy en la movilidad (9 meses). Lo cual implica que debería estar por Nápoles hasta finales de Junio…lo cual dista muchísimo de mis intenciones, las cuales van orientadas a volverme a finales de Mayo.

De la Junta de Andalucía también he firmado el acuerdo, pero no te dejan claro exactamente lo que te van a dar. Eso si, te dicen que la prestación mensual es para ¿7 meses? Creo que sí, que era para 7 meses. Pero bueno, supongo que serán otros 1.000 euros. En total unos 3.200 euros, suficiente para pagar el piso 10 meses.

Teniendo en cuenta que en Julio he trabajado como un idiota de socorrista, he sacado otros 400 euros más…los cuales se me irán volando en “gastos extra” del viaje…pero bueno. Además, cuento con la ayuda de familiares que me aportarán recursos económicos de forma altruista, lo cual agradezco muchísimo.

La cosa es que, en teoría…no voy a pasar hambre en Nápoles y me voy a poder costear la Erasmus sin suponerle la ruina a mis padres. Aunque también lo digo claramente: si no hubiera sido viable llegar a este punto, hubiera rechazado la movilidad.

Para irte de Erasmus tienes que tener recursos. Eso debes tenerlo claro. Los “pobres”, no pueden costearse este tipo de maravillas. Es una mierda, porque se supone que no debería ser así…pero vivimos en España, país de pandereta. Y no digo que yo sea rico, ni de lejos, pero si me voy a ir de Erasmus, es porque me lo he currado lo suficiente para poder hacerlo, porque en caso contrario…me quedaría de tranquis en Sevilla.

También me he abierto una cuenta con Evo Bank, el cual te permite sacar dinero gratis en cualquier cajero (hasta un máximo de dos veces) y en mi caso, debido a que tengo 25 añazos…pues me ponen condiciones para tener una cuenta concreta con ellos: tener un teléfono domiciliado, ingresar al menos 300 euros/mes durante seis de los doce meses del año y sacar al menos dos veces dinero con la tarjeta, al mes.

En fin, es una putada ser viejo…pero es lo que toca. Al resto de compañeros que se están abriendo cuentas en Evo no les ponen tantos requisitos, básicamente porque se pueden abrir una cuenta joven (son todos yogurines de 22 y 23 añitos).

Y es todo lo que puedo contar por el momento. Tengo aún pendiente hacer el ingreso de la fianza a mi casero (100 euritos) para que me asegure una habitación molona en Septiembre, y también el informar de que hay otra habitación libre en el mismo piso al resto de mis compañeros Erasmus (por si hubiera algún interesado).

Este mes lo estoy pasando francamente mal, aunque intento tirar “palante” como puedo. Tener un aventura tan feliz e increíble a la vuelta de la esquina, y a la par estar sufriendo por la agonía de las asignaturas pendientes…es más que agridulce.

Si a eso le sumas los cambios de humor, dormir mal, encontrarte físicamente regular, no socializarte, etc. Mucho peor. Además, tampoco quiero comerle el tarro a mi pareja la cual está afrontando otra etapa de su vida que ya de por sí es compleja, y que ella misma ha decidido hacer aún más compleja (trabajando y estudiando el MIR a la vez).

Esto último también lo llevo regular, porque siempre hay que intentar estar feliz y animar a los demás, sobre todo en una etapa tan delicada…aunque a veces no te salgan las fuerzas. Esa es la filosfía que hay que llevar a una Erasmus.

En fin. Basta de penas. Toca seguir luchando, informando sobre cómo va el proceso Eramus y disfrutando de las últimas semanas en Sevilla. Pronto, muy pronto, estaré recorriendo las calles de Nápoles y preocupándome de cosas más importantes. Sólo me queda darte las gracias por leerme y despedirme hasta la próxima. Un saludo sevillano, y olé.

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